Facility Management and Services 011

3 Editorial El impacto del valor del FM T odo el sector son pocas voces para proclamar alto y claro el valor que aporta el Facility Management (en edificios, infraestructuras, compañías, ciudades, etc.). Con permiso de IFMA España, queremos hacer también nuestra la definición que esta asociación reconoce en la actualidad de la disciplina de Facility Management: “La contribución a la mejora del rendimiento de la orga- nización con respecto a las personas, los procesos, las finanzas y el entorno”, en- tendiendo que ‘organización’ también puede ser una ciudad. Valor añadido que podemos razonar desde dos perspectivas: la que aporta la propia disciplina y el que se obtiene del profesional que hay detrás de la figura o cargo de Facility Manager o de los profesionales del departamento. De esta ma- nera, por un lado, y aún habiendo muchos debates abiertos y numerosas con- versaciones entre los profesionales, en lo que sí coincide el sector es que el valor añadido es la base del proceso de mejora continua, innato en la disciplina de FM. Por otro lado, debemos, con la misma fuerza, abogar por la necesaria formación con vistas a futuro de la formación individual y colectiva reglada que otorgue, en- tre otras, la visibilidad de la profesión. Dada la importancia de esta materia (la formación), en este número encon- trarán el reportaje elaborado tras el desayuno de trabajo celebrado en octubre con representantes de centros de formación especializados en Facility Manage- ment (FM), compañías gestoras de activos y empresas proveedoras de servicios. Los presentes coincidieron en que han de definirse mejor las competencias del Facility Manager y que debe evolucionar hacia un perfil más transversal y con ha- bilidades directivas, una mayor visión financiera y el objetivo de aportar valor aña- dido a su organización. Además, sería conveniente que contase con una acredita- ción profesional. Tal y como decíamos al principio, es coherente la traslación del modelo de Fa- cility Management a las ciudades, sobre todo, a las ciudades inteligentes, pues el Facility Manager no es sino un gestor de los servicios, y aún más: un optimizador de la gestión de los inmuebles y los servicios, y en la ciudad éstos deberían ges- tionar la prestación de los servicios (inteligentes, innovadores) para y al ‘servicio’ de los ciudadanos. Las personas, la eficiencia energética, la sostenibilidad, la tecnología, la edifica- ción, el entorno y la gestión de los servicios son las principales claves de la ges- tión de las futuras ciudades, según los expertos. Nosotros sumamos y nos centra- mos en este número en la seguridad y la movilidad, como ejes transversales de esas ‘nuevas’ e inteligentes ciudades, rehabilitadas pensando en la calidad de vida y el bienestar de los ciudadanos; qué duda cabe que con la tecnología como he- rramienta de palanca. El FacilityManager debe evolucionar con el objetivo de aportar valor añadido a su organización

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