Campus Repsol cumple las expectativas del Grupo

En pleno centro madrileño, en una superficie equivalente a la del Monasterio de El Escorial, con un jardín del tamaño de un campo y medio de fútbol y con casi el doble de acero que la Torre Eiffel, se impone ante nosotros el Campus Repsol. Un edificio que, sin duda, es majestuoso y que la revista Facility Management & Services ha tenido el privilegio de conocer de la mano de Juan Amunátegui, director corporativo de Servicios Patrimoniales de Repsol.

Campus Repsol
Leticia Duque

Su construcción finalizó en octubre de 2012, tras un ambicioso proyecto de Facility Management con el que principalmente la compañía buscaba unificar en una única sede a sus casi 4.000 empleados. Todos los servicios centrales del grupo se encuentran ahora juntos. Antes estaban repartidos en once edificios distintos en diferentes partes de Madrid.

Licenciado en Derecho y Máster por el IESE, Juan de Amunátegui, que ha desarrollado toda su carrera profesional en Repsol en el área de Recursos Humanos, se presta a servirnos de guía por un espectacular campus de cuatro edificios de cuatro plantas cada uno, que forman un claustro, con todas las fachadas acabadas en vidrios de gran tamaño que potencian la iluminación natural del interior, una característica especialmente diseñada como ha sido el lograr espacios diáfanos que conformen oficinas abiertas.

Con ocasión del proyecto “Campus Repsol”, Amunátegui, desde hace cinco años, ocupa el puesto de director corporativo de Servicios Patrimoniales, teniendo a su cargo Real State, Facility Management de Edificios y Seguridad Corporativa a nivel mundial del Grupo Repsol. El proyecto, según su definición, “es un traje a medida de Repsol hecho por el arquitecto Rafael de la Hoz, con quien desde el primer momento mantuvimos un fructífero diálogo”.

El edifico refleja la filosofía del grupo: integridad, responsabilidad, transparencia, flexibilidad e innovación. El Campus Repsol constituye un espacio único concebido para que los valores que integran la cultura Repsol se hagan tangibles y se conviertan en una referencia para todos sus habitantes. “El arquitecto –nos explica Amunátegui- supo plasmar estos valores en el diseño, y lograr que el edificio recordara nuestra esencia industrial”. Como pudimos observar, la estructura, con 105 marcos de acero, es un ejemplo de distribución exterior eficiente, pero además le da una personalidad “especial e irrepetible”.

El Campus Repsol es un ejemplo de edificio inteligente y eficiente, plasmado desde el diseño bajo una perspectiva que requiere la colaboración de equipos multidisciplinares. El proyecto de Facility Management del Campus “ha sido una parte esencial del proyecto en general del nuevo edificio”, nos explica Amunátegui. Asimismo señala las claves del proceso: la colaboración de equipos de construcción y de facility management, es decir “los que estaban llamados a heredar la gestión del edificio, participaron en el diseño de las instalaciones y de los servicios”. El equipo de Repsol a su vez aprendió de otros, antes de cerrar el programa de facilities visitaron a todas las grandes empresas españolas y las principales petroleras europeas, “tratando de seleccionar las mejores prácticas”. El resultado es un diseño cuidado e innovador que se refleja en cada uno de los servicios, así nos lo aseguran en Repsol: “Creo que somos punteros en muchos de ellos: gestión de salas de reuniones, restauración, reparto interno de correspondencia, oficina sin papeles, etc”.

Es importante mencionar, que en el proyecto, además de unidades expertas de Repsol, arquitectos, constructoras y asesores, se involucraron un grupo de “agentes del cambio”: voluntarios que representaron a todos los negocios y funciones corporativas del Grupo. “Los llamamos el Equipo Campus y nos ayudaron muchísimo”, confiesa respetuoso.

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