Seguritecnia 444

SEGURITECNIA Julio - Agosto 2017 47 Seguridad y Protección contra Incendios Por sus condiciones, los almacenes frigoríficos hacen muy complicada su protección mediante sistemas tradicio- nales como los automáticos de extin- ción por agua (rociadores). En ambien- tes a tan baja temperatura se dan mu- chas complicaciones difíciles de salvar, tales como: Tipo de tubería: Las tuberías con- vencionales para sistemas de ro- c i a d o r e s s o n d e a c e r o EN 10216/10217/10255s/10255w, por lo que no tienen garantizada su estabili- dad y buen comportamiento a -22 °C. Se debería utilizar acero en las tuberías que garantice su estabilidad tal como ASTM–A333 Gr.6. Diámetro de tubería: En almacenes refrigerados se utilizan sistemas de ro- ciadores de tubería seca que deben ejecutarse en árbol (no se permite en malla) con objeto de garantizar que el agua llegue a los rociadores abiertos en el tiempo máximo indicado por la norma, sin tener que evacuar todo el aire que contiene la instalación. Esto hace que haya que instalar tuberías con un gran diámetro al inicio de los ramales. Ubicación de la tubería: Los ro- ciadores en un sistema de tubería seca deben instalarse en posición mon- tante para evitar que el agua se quede depositada en el manguito de unión con el rociador, además de man- tener una distancia mínima entre la parábola que forma el agua y la parte superior de la carga que se protege. Esta disposición en las estanterías es difícil de conseguir ya que los diseños estándar se realizan con rociadores en posición colgante sobresaliendo parte del deflector (de 10 a 15 mm) por de- bajo de los largueros de apoyo de pal- let, con el objeto de que queden am- bos elementos (tubería y rociador) protegidos por los propios largueros para evitar golpes. Si la posición de instalación es montante entonces el tubo debe quedar por debajo del ro- ciador. Dado que a su vez el deflec- tor del rociador debe quedar liger- amente por debajo del larguero, el tubo queda desprotegido y por tanto, sometido a posibles golpes en las maniobras de carga y descarga, salvo que se limite la altura de la misma de forma drástica. Condensaciones de aire: El aire que se introduce en las tuberías debe de ser totalmente seco, con objeto de evitar condensaciones dentro del tubo y que se vaya depositando en el interior de las paredes del mismo, con el consiguiente riesgo de congelación. Aun así, hay que realizar en las vertica- les recogidos de dichos condensados, que son de difícil drenaje en los tra- mos horizontales. Inutilización de la instalación por llenado de agua: Los sistemas de tubería como secado de preacción pueden acabar llenándose de agua, por situaciones tales como: Fallo del compresor. Fallo de corriente eléctrica. Fallo por descompensación del acel- erador. Fallo de los presostatos. Fallo de la válvula solenoide de ap- ertura. Fallo del sistema de detección. Rotura de rociadores por golpes. Fallo humano. Estos eventos originarían el llenado de los sistemas de agua, provocando una congelación rápida, y por tanto, inutilizando el sistema. Los tubos se agrietarían con desprendimiento de gotas de agua sucia sobre las cargas (que en la mayoría de los casos contie- nen alimentos). Inutilización de la instalación tras un incendio: En caso de que se pro- dujera un incendio, la apertura de un solo rociador supone el llenado completo del sistema, quedando el agua atrapada en los ramales (hayan tenido o no rociadores abiertos) y, por tanto, congelándose y produ- ciendo los problemas indicados ante- riormente. Dificultad de utilización de anticon- gelantes: Trabajar con anticongelan- tes del tipo glicol para temperatu- ras de -25°C requiere una subdivisión de sistemas muy grande, ya que cada sistema de este tipo recoge una can- tidad de rociadores muy pequeña. Trabajar con anticongelantes del tipo glicol para temperaturas de -25°C requiere una subdivisión de sistemas muy grande

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