El sector de la edificación, en peligro por la subida de precios, la escasez de materia prima y los costes energéticos

Edificación, construcción, transformación del plástico, AIFIm
AIFIm

El sector de la edificación está sumido en una especie de tormenta perfecta que está poniendo en peligro su supervivencia. Hasta el punto de que se hace necesaria una actuación urgente por parte de las administraciones públicas. Así, al menos, lo entiende AIFIm, Asociación Ibérica de Fabricantes de Impermeabilización. Este colectivo lleva un año advirtiendo sobre la presión a la que está sometido el mercado europeo de polímeros por la escasez de materias primas y el aumento de precios que han afectado seriamente a la producción de productos de plástico en España y el conjunto de la UE.

El incremento vertical de los precios de la energía, la huelga de transportes, los paros o cierres temporales de centros de producción y la guerra en Ucrania y sus ramificaciones no han hecho más que intensificar un problema que se traduce en falta de disponibilidad de productos y variación rápida de precios.

Desde AIFIm recuerdan que el incremento de los costes de transporte y producción se ha sumado a la falta de suministro. Por eso, piden revisar los contratos públicos de obra afectados por la escalada de los precios de los materiales, incluyendo excepcionalmente los costes energéticos. “La situación es insostenible”, señala Gonzalo Causin, presidente de AIFIm. “Los costes están asfixiando a muchas empresas que a duras penas pueden seguir operando. Necesitamos medidas urgentes para paliar un problema que afecta al conjunto del país”. Causin advierte, además, que muchos de los contratos no tienen actualmente posibilidad de revisar los precios. Y eso, “a pesar de la subida vertical de los costes que implica para muchos fabricantes o promotores incurrir en pérdidas insoportables”, añade.

El plástico en el sector de la edificación

La industria de la transformación del plástico es uno de los motores industriales del país, generando alrededor de un 2,7% del PIB. En Europa emplea a más de 1,6 millones de empresas muy atomizadas que facturan unos 260.000 millones de euros anuales. El conjunto del sector de la edificación está viéndose seriamente afectado. Y este sector supone alrededor de un 12,5% del PIB nacional y da empleo a alrededor de 1,3 millones de personas.

Según el Índice de Costes de la Construcción que elabora ACR, en 2021 los costes directos en la edificación residencial subieron un 23,5% (casi un 10% en impermeabilizaciones y cubiertas). Y eso, sin tener en cuenta los efectos multiplicadores que está teniendo el conflicto en Ucrania sobre los precios de las materias primas y la energía.

Asimismo, la tasa anual del Índice de Precios Industriales (IPRI) en el mes de febrero alcanzó el 40,7%. Son cinco puntos por encima de la registrada en enero y la más alta desde el comienzo de la serie, en enero de 1976. El 70% de ese incremento anual es debido a la energía.

En AIFIm instan a una actuación urgente de las instituciones públicas para atajar un problema que puede acabar convirtiéndose en una cuestión de supervivencia con efectos sobre el conjunto de la economía y el sistema productivo nacional. “Se trata de un problema global para el conjunto de la sociedad civil, no es solo el transporte o la construcción. Estamos hablando de miles de pequeñas empresas, autónomos y trabajadores y a servicios básicos de la economía y la ciudadanía. En otros países como Italia o Portugal estamos viendo apuestas decididas para minimizar estos problemas, pero en España parece que el inmovilismo es la tónica”, concluye Causin.

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