La gestión transversal de los espacios urbanos representa un enfoque integral que busca coordinar y armonizar las múltiples dimensiones de una ciudad: social, económica, ambiental, tecnológica y cultural. Esta perspectiva supera la visión tradicional, fragmentada y sectorial de la planificación urbana, para promover una gobernanza participativa, sostenible y resiliente. En tanto que integra la administración local con una perspectiva global, podríamos llamarla «gestión glocal» de las ciudades.
Hacia ciudades resilientes: una gestión urbana glocal
En un mundo cada vez más urbanizado, donde más del 55% de la población mundial vive en ciudades, los desafíos urbanos se han vuelto complejos e interconectados. Problemas como el cambio climático, la movilidad, la vivienda, la seguridad, la equidad social o el acceso a servicios básicos no pueden ser abordados de forma aislada. Por ello, se requiere una gestión urbana transversal que articule a los distintos sectores —gobiernos, empresas, ciudadanía— y que integre políticas públicas de manera coherente.
Este tipo de gestión pone énfasis en la cooperación interinstitucional y multinivel, así como en la planificación estratégica basada en datos y evidencia. También reconoce la importancia de incorporar la perspectiva de género, la inclusión social y la participación ciudadana en la toma de decisiones. El objetivo es diseñar ciudades más habitables, inclusivas y adaptables, capaces de responder a los retos globales sin perder su identidad local. El término cada vez más usado para esta intersección de lo global con lo local es glocal, así que podríamos hablar de una «gestión glocal» de las nuevas ciudades. El rol del Facility Management en la gobernanza y el mantenimiento de estas nuevas ciudades es crucial.
Además, la digitalización y el uso de tecnologías conectadas genera ciudades inteligentes que utilizan nuevas herramientas para monitorear, analizar y optimizar el funcionamiento urbano. Sin embargo, su implementación debe estar alineada con principios éticos y de justicia social, para evitar brechas digitales y garantizar que los beneficios lleguen a toda la población.
Sin duda, la gestión global y transversal de los espacios urbanos es clave para avanzar hacia modelos urbanos sostenibles. Requiere una visión sistémica, la articulación de políticas públicas y la colaboración activa entre todos los actores sociales. Solo mediante este enfoque integral será posible construir ciudades más justas, resilientes y centradas en las personas.
Estrategias urbanas integradas en el caso español
En España, la gestión global y transversal de los espacios urbanos ha cobrado relevancia en el marco de políticas orientadas al desarrollo sostenible, la cohesión social y la adaptación al cambio climático. Ciudades como Barcelona y Madrid han adoptado planes estratégicos integrados que combinan movilidad sostenible, regeneración urbana, digitalización y participación ciudadana. A través de instrumentos como las Agendas Urbanas (especialmente la Agenda Urbana Española 2030), se promueve una planificación coordinada entre los distintos niveles de gobierno —local, autonómico y estatal—, con enfoque multisectorial e inclusivo.
Asimismo, el uso de fondos europeos, como los Next Generation EU, ha impulsado proyectos de transformación urbana resiliente, eficiencia energética y transición ecológica. No obstante, persisten desafíos relacionados con la desigualdad territorial, la gentrificación y la necesidad de consolidar una cultura de gobernanza colaborativa y basada en datos. La experiencia española muestra avances significativos, pero también evidencia la importancia de seguir fortaleciendo una gestión urbana integral que equilibre desarrollo, equidad y sostenibilidad.
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