Diseño urbano Las Supermanzanas se implementan en España aunque Madrid se queda rezagada

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Cristina Pérez

Las ciudades han ido cambiando con el paso de los años, transformándose hacia modelos inteligentes y modernos, aunque la sostenibilidad siempre ha sido un tema pendiente de nuestras urbes. Con la pandemia, los residentes de capitales y grandes ciudades se han podido concienciar de la falta de espacio público que tenían en sus barrios y de la vida social que es casi inexistente. Eso sucede porque lo que predomina es el espacio urbanizado, un lugar donde no se pueden llevar a cabo todas las funciones que se podrían desarrollar en un espacio público.

Los barrios de las ciudades españolas se han convertido en lugares de paso, sin zonas verdes que protejan al peatón de aspectos como la contaminación acústica o factores externos como los rayos solares. Pero también sin bancos o parques para permanecer en la manzana que habitan.

Las Supermanzanas son células urbanas que se constituyen por varias manzanas de bloques de pisos, y alcanzan los 160.000 metros cuadrados en forma de rectángulo. Dentro de estas superficies, se crea un espacio compartido entre residentes y viandantes, ya que son estos los que tienen la preferencia como peatones. Esto se consigue debido a que en el interior de estas supermanzanas, el tráfico motorizado y el aparcamiento de vehículos en superficie queda reducido al mínimo.

Las oportunidades del urbanismo ecológico

Una de las principales ventajas que presenta este rediseño urbano es que no es necesario el derribo de ningún edificio ni un gran replanteamiento de la estructura que ya existe en estas supermanzanas. Por tanto, no se pretende modificar el diseño de la manzana, pero sí el diseño de sus calzadas y calles.

Las supermanzanas se construyen modificando en su totalidad, o en parte, la calzada dedicada a los coches. Es decir, se reduce la presencia de asfalto destinada a los desplazamientos motorizados para ampliar aceras y espacio de tránsito peatonal. Estos proyectos de transformación urbana crea otras oportunidades de convivencia vecinal, ya que, además de permanecer durante más tiempo en el núcleo, se fomenta el comercio local con más espacio para terrazas o zonas de descanso.

Por otro lado, la habitabilidad del espacio se hace a través de la modificación de las zonas verdes de calles y avenidas que cruzan la célula urbana. La plantación de árboles o arbustos permite, además, frenar la contaminación acústica sirviendo estos como pantalla que bloquea cualquier tipo de ruido de los coches.

Las supermanzanas son un instrumento que mejora la calidad de vida de los habitantes de las ciudades, ya que permiten la reducción de contaminación acústica y mejora la seguridad vial de los ciudadanos.

El 90% del total de la vida útil de un coche está aparcado

Según Atuc (Asociación de Transportes Públicos Urbanos y metropolitanos), más del 80% del espacio público se dedica a los vehículos, tanto en movimiento, como estacionados. Concretamente, el estacionamiento es uno de los grandes problemas de esta ocupación. Se estima que un coche permanece hasta el 90% del tiempo aparcado, ya que actualmente, la mayoría de los desplazamientos que se realizan en grandes ciudades se hacen a través del transporte público.

En ciudades como Vitoria, que comenzó a aplicar el modelo de supermanzanas hace diez años, se triplicó el precio del parking en la calle como consecuencia de este proyecto. Esto supuso que, en tan solo seis años, se pasara de un 37% a un 23% de desplazamientos en coche, tal y como aseguran desde el Plan de Movilidad de Vitoria-Gasteiz. La idea es seguir reduciendo esta cifra hasta llegar a un 16% de desplazamientos en coche privado.

En las Supermanzanas, el tráfico se destina a los residentes y como zona de carga y descarga, aunque nunca se podría superar los 10km/h dentro del núcleo. Esto supone integrar la vida peatonal con el tráfico de la célula urbana. Asimismo, el resto de tráfico únicamente se mueve fuera del perímetro, lo que permite un aire más limpio.

Retos de mejora en los carriles bici y el transporte público

Sin embargo, para que se dé esa transmisión del uso del coche privado al transporte sostenible, además de aplicar un incremento en las tasas de estacionamiento, sería necesario una inversión en el rediseño de la red de transporte público de las urbes.

Como ejemplo del funcionamiento de estos nuevos modelos, se encuentran Vitoria o Barcelona, que han incrementado el número de usuarios de transporte público en los últimos años, así como el uso de la bicicleta o los patinetes eléctricos.

Tras las mejoras en la red de transporte de Vitoria, según el departamento de Información e Innovación para la sostenibilidad del Ayuntamiento, la ciudad ha doblado el número de usuarios en 13 años (de 14 a 28 millones de usuarios anuales). De la misma forma, esto se ha podido comprobar también en otras grandes ciudades que ya vienen experimentando con las Supermanzanas desde hace años. Por ejemplo, en Barcelona, el metro creció en 2019 con 12,6 millones más de validaciones que el año anterior, según los datos de transporte de TMB.

Valencia entra en el modelo de las Supermanzanas y Vitoria ya piensa en una nueva zona

Con Barcelona en el punto de mira para otras ciudades españolas, el modelo de espacios peatonales se ha ido extendiendo por todo el país. Vitoria, A Coruña, Bilbao, y ahora también Valencia. La capital de la Comunidad Valenciana pretende comenzar varias actuaciones en distintas zonas antes de que concluya el 2021.

Están previsto implementar las primeras supermanzanas en el barrio de la Petxina y en Orriols. Aunque también es interesante destacar otro de los proyectos. Este será la transformación del polígono industrial Vara de Quart en un distrito innovador integrado en la ciudad y donde interactúen empresas, instituciones, start-ups, incubadoras y aceleradoras. El barrio está basado en la idea «ciudad 15 minutos», con viviendas, oficinas y comercios.

Además, el Ayuntamiento de Vitoria-Gasteiz, a través del Departamento de Movilidad y Espacio Público, transformará el barrio de Zabalgana con una propuesta basada en el modelo de las Supermanzanas. El gobierno municipal invertirá dos millones de euros a lo largo de este año para llevar a cabo una decena de intervenciones de espacio público que permitirán crear nuevos espacios verdes donde hasta ahora existía pavimento destinado al coche.