José Luis García Director generalMitie

García (Mitie): "El valor añadido del FM no está solamente en los costes"

José Luis García, director general de Mitie

Lo excepcional, todos los días. Esta es la premisa que desde hace más de 40 años mueve a Mitie España, empresa especializada en facilities services y servicios profesionales. De hecho, la compañía ofrece servicios que van desde la limpieza, el catering y la seguridad, hasta la atención al cliente o el control de aforo. Y todo ello en distintos entornos como hospitales, aeropuertos, estaciones, centros comerciales, fábricas y oficinas, entre otros.

¿Cuáles son los grandes retos del sector del FM en España para los próximos años? ¿Qué habría que transformar para alcanzarlos?

Nos encontramos en un momento único de la historia, ya que muchos cambios se han visto acelerados por la pandemia: el teletrabajo, el incremento exponencial de las ventas online, mayor uso de la tecnología y mayor conciencia sobre la sostenibilidad. El reto está en saber abrazar estos cambios y convertirlos en una oportunidad para el sector del FM. Ahora más que nunca se valora un lugar de trabajo seguro, limpio, conectado y sostenible, habiendo llegado el momento de decir adiós a la subcontratación de servicios impulsada únicamente por el precio.

En los últimos años hemos visto avances en el sector privado, donde algunos clientes integran varios servicios o incluso cuentan con la figura del facility manager. Aun así, queda mucho trabajo por delante para llegar a los niveles de integración de servicios de nuestros clientes en el Reino Unido, tanto en el sector privado como en el público.

Posiblemente el mayor reto de España es introducir el FM en este último, el sector público. Con la excepción de los hospitales de colaboración público-privada en los que una sociedad concesionaria gestiona íntegramente los servicios, no existen organismos que en sus subcontrataciones integren en un solo contrato varios servicios claves como el mantenimiento, la limpieza, la seguridad, el catering, etc. Cuando el sector público decida apostar por el FM, se tendrán que transformar los procesos de contratación, agrupar centros similares y establecer nuevos mecanismos para valorar la gestión de los contratos.

En su empresa Mitie, ¿cuáles son las prioridades del FM para anticiparse a los efectos estructurales de la crisis y prepararse para los nuevos escenarios?

La manera de actuar es muy diferente si entendemos el mercado dividido en público-privado. Por otro lado, llevamos muchísimos años hablando de la integración de servicios y, sin embargo, las respuestas de los clientes son muy desiguales.

A todo ello se suman los efectos derivados de la pandemia en los usos y costumbres de nuestros clientes potenciales. La enumeración de hechos podría alargarse, pero la única respuesta que se me ocurre a vuestra dificilísima pregunta es contar con los mejores equipos humanos en nuestras empresas y con la suficiente flexibilidad de adaptación a lo que el mercado defina como prioritario en cada momento. En resumen, formación y capacidad de adaptación.

¿Qué es esencial para concienciar acerca del impacto positivo del FM en el desarrollo de las organizaciones?

Primero hay que convencer a las organizaciones de que el valor añadido del FM no está solamente en los costes. Hay muchos más beneficios asociados a la implantación del FM en una organización: una mejor imagen de empresa, usuarios más satisfechos, mayor seguridad y salud, mejora de la productividad, soluciones más innovadoras y sostenibles y una interlocución más sencilla. Todo ello contribuirá a que la organización pueda cumplir mejor con sus objetivos estratégicos y operacionales.

En segundo lugar, hay que introducir mecanismos en los contratos que permitan a las organizaciones valorar mejor los beneficios que ofrece el FM: cláusulas de reparto de beneficios/pérdidas, encuestas de satisfacción, KPIs y SLAs enfocados a la gestión del servicio, etc. Esto no quita que el valor del FM a veces puede ser algo subjetivo. Hay que tomar en cuenta los objetivos, intereses y preocupaciones de todas las partes implicadas, desde el usuario de una instalación hasta el director general de la organización.