La integración de los servicios y la eficiencia, prioridad en Iberdrola

En los últimos 15 años Iberdrola ha sufrido una gran transformación. Hoy en día cuenta con mil instalaciones y 1 millón de metros cuadrados; emplea a 28.500 personas en todo el mundo, de éstas casi 10.000 se encuentran en España. El cambio se ha visto repercutido en la integración de servicios -pasando de un modelo de contratación local a otro global-, así como en la gestión de sus inmuebles.

puerta iberdrola
Leticia Duque

En esta ocasión, nos sentamos a charlar con Borja Fernández Bilbao, Head of Facility Services and Building Operations en Iberdrola. En el ámbito del Facility Management, el camino que ha recorrido Iberdrola en los últimos quince años ha significado evolucionar de un modelo local de contratación por uno más global y acorde a las posibilidades de integración de actividades y amplitud de alcance geográfico que las empresas del sector ofrecen hoy en día. A esto, “se le ha sumado la necesidad de integrar nuevas actividades, tanto a nivel España como internacionalmente, para dar cobertura a las necesidades que demanda la compañía ante un crecimiento tan grande como el que ha llevado a cabo los últimos años”, nos explica Fernández.

En 2005 se gestionaban del orden de 180 instalaciones, con alrededor de 400.000 metros cuadrados; hoy en día, según nos informan, solo para España se superan las mil instalaciones y el millón de metros cuadrados. “Para poder soportar este crecimiento -asegura Fernández-, además de aprovechar la mejora tecnológica de los sistemas de información, ha habido que migrar a un modelo menos atomizado en cuanto al número de proveedores y alcance geográfico que cada uno de ellos gestionaba”. Un ejemplo es el servicio de mantenimiento de instalaciones, Iberdrola contaba con más de 60 contratos que ahora se han integrado en un único proveedor, hito que hizo que todo el equipo de operación de inmbuebles cambiara “completamente” la manera de gestionar la actividad y, en definitiva, su día a día. “Hoy en día seguimos analizando las posibilidades que el mercado ofrece de cara a optimizar el modelo implantado, tanto desde el punto de vista de servicio como de coste económico del mismo”, señala.

En nuestra visita, preguntamos a Fernández por el departamento de Facility Management: ¿Desde cuándo y por qué la compañía cuenta con este departamento? En el caso que nos ocupa, Iberdrola siempre ha contado con un departamento de Operación de Inmuebles, el cual ha ido creciendo en cuanto a actividades a desarrollar, para poder dar respuesta al crecimiento y a la concentración que antes hemos explicado.

“Habida cuenta de la ambigüedad con la que se trata el término Facility Management, desde el punto de vista de actividades que se engloban en este concepto, en Iberdrola nos referimos al departamento como Operación de Inmuebles. Sí es verdad que en ciertos países se mantiene esta denominación, pero en Europa estamos muy habituados a que el término Facility Management abarque multitud de actividades según la conveniencia o causística que se da en cada empresa”.

Otro ejemplo en España se encuentra en el área de Negocios de Renovables o Distribución que han dejado de gestionar localmente todos los servicios no core de su actividad, pasando esta responsabilidad al departamento en cuestión, sin el que no habría sido posible este cambio. El departamento de Operación de Inmuebles en Iberdrola permite a los técnicos de cada instalación dedicarse a su actividad principal y abstraerse de la gestión diaria de servicios necesarios pero transversales a su responsabilidad.

torre iberdrolaNo obstante, durante la charla, seguimos indagando sobre las principales funciones de este departamento. En Iberdrola este área se engloba dentro de la Dirección de Servicios Generales y Patrimonio, como un departamento más de los Recursos Corporativos de la empresa. “Evidentemente, una compañía del tamaño y dispersión geográfica como ésta requiere de unos servicios corporativos para permitir que los negocios de la empresa se centren en su actividad principal”, continua Fernández, y asegura que, “además, por una eficiencia en la contratación y gestión de los servicios, el departamento de FM se encarga de centralizar las responsabilidades de cara a la optimización tanto económica -a través de la consolidación de contratos-, como operativa, por medio de la homogenización de políticas”.

En Iberdrola, este departamento se centra básicamente en la operación diaria de los inmuebles, es decir en el OPEX, siendo éste uno de los “drivers fundamentales” de cara al establecimiento de objetivos y benchmarking interno entre las diferentes empresas del grupo. El CAPEX también forma una parte importante de los presupuestos del departamento con el objetivo de poder renovar y actualizar las instalaciones.

La figura del Facility Manager es “el nexo de unión entre la empresa y los numerosos servicios, algunos de ellos críticos”, y la tendencia, en los últimos años, a externalizar los servicios no core en las compañías ha amplificado su importancia en este sentido. En Iberdrola existen contratos activos con las diferentes empresas que emplean a más de 1.200 personas para proporcionar los servicios requeridos. “Al margen de la coordinación de un volumen de trabajo y personal como el mencionado, creo que la propiedad necesita mantener un know how interno que le permita, tanto establecer políticas y criterios sobre las diferentes actividades que engloban la función, como mantener un conocimiento de las instalaciones existentes que posibiliten obtener las mayores eficiencias posibles en la gestión y operación de las mismas”. La conclusión de Fernández es contundente: “En el modelo de explotación que a día de hoy promueven las diferentes empresas, y más aún en grandes compañías como es Iberdrola, la figura del FM es clave para el óptimo desarrollo diario de la actividad, así como para asegurar que este hecho se va a prolongar en el tiempo a través del conocimiento del parque inmobiliario de la compañía”.

Comunicación con el empleado

Desde el punto de vista del FM en Iberdrola, la estrategia para mejorar el día a día de los empleados de la empresa se ha canalizado en 2 líneas, una visible/perceptible por los usuarios y otra que no.

Por una parte, intentando mejorar la comunicación, tanto a la hora de recibir los inputs como a la hora de conocer la opinión de los usuarios, se ha subido a la intranet de la empresa el módulo de O&M para que los empleados puedan solicitar o exponer sus necesidades y, sobre todo, para, posteriormente, poder gestionar, controlar y analizar toda esa información; en una empresa como Iberdrola, estamos hablando de más de 20.000 solicitudes al año.

Por otra parte, identificado como uno de los puntos de mejora en las encuestas de satisfacción que se llevan a cabo periódicamente, el usuario quiere que los requerimientos o incidencias que creen se resuelvan rápido, pero sobre todo, quiere que se resuelvan. Normalmente, todo el mundo da por hecho que cuando hay algún problema se resuelve, pero lo cierto es que en ocasiones puede no atenderse como es debido o “parchearse” como se suele decir. Este hecho provoca que los usuarios perciban que no se le ha atendido o que se ha hecho de una forma poco eficaz. Trabajar para mejorar este aspecto es algo que requiere de un control del flujo de la información y un establecimiento de niveles de comprobación que harán que el usuario se sienta “bien” atendido.

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