Valencia, Smart City por su modelo integral de gestión de la ciudad

Valencia basa su ‘proyecto smart’ en la integración de la gestión, tanto de los servicios como de las infraestructuras. Bajo una estrategia multidisciplinar, apostando por la interoperabilidad y con las TIC como herramienta, el objetivo es que la ciudad funcione de manera óptima en todos sus ámbitos para propiciar la mejora de la calidad de vida y la salud de los ciudadanos.

Plaza valencia
Leticia Duque

Valencia ocupa en el territorio español 13.465 Has, representa al 16% de la población de la Comunidad Valenciana (con 800.469 habitantes), es el centro de una extensa área metropolitana que sobrepasa el millón y medio de ciudadanos, según datos del Ayuntamiento. Asimismo, es la tercera ciudad de España, por tamaño demográfico, después de Madrid y Barcelona.

Esta ciudad tiene fundamentalmente como área económica los servicios. Actualmente la población ocupada en este sector es el 74% del total. No obstante, cuenta con una base industrial que ocupa al 14% de la población, formada por pequeñas y medianas empresas.

Aprender y compartir

La ciudad participa en la Red Española de Ciudades Inteligentes (RECI) desde el nacimiento de ésta, 2002; “una clara apuesta del Ayuntamiento”, que junto con la Fundación InnDEA, según destacan desde esta entidad, persigue el objetivo de “convertir a Valencia en una ciudad inteligente, aprendiendo de otras ciudades e intercambiando experiencias”, pero también para desarrollar un modelo de gestión sostenible y mejorar la calidad de vida de los ciudadanos, incidiendo en aspectos como el ahorro energético, la movilidad sostenible, la Administración electrónica, la atención a las personas o la seguridad.

“Valencia participa en los cinco grupos de trabajo de la RECI -nos comentan desde la Fundación InnDEA-. Esto se debe, por una parte, a nuestra voluntad de aprender y de compartir el mayor número de iniciativas posible y, por otra, a que nuestra estrategia es multidisciplinar”. De esta manera, están cumpliendo con las áreas o características comunes que Europa recomienda para una Smart City, esto es: Gobierno, Economía, Movilidad, Medio Ambiente, Ciudadano y Calidad de vida.

La RECI distingue a las ciudades como inteligentes teniendo en cuenta  unos criterios. Según InnDEA, Valencia está cumpliendo con esos objetivos de forma “satisfactoria”: la promoción de la gestión automática y eficiente de las infraestructuras y los servicios urbanos; la reducción del gasto público; la mejora de la calidad de los servicios; la atracción de la actividad económica y, generando progreso, innovación y conocimiento, apoyados en tecnologías de la información y la comunicación, así como del sector público y privado.

“Son muchos los ejemplos que constatan los hitos de Valencia como Smart City, pero está claro que es inteligente porque ha adoptado un modelo integral de gestión de la ciudad, que permite el intercambio de información y datos entre áreas del Ayuntamiento”, destacan. La coordinación de todas las áreas se produce a través de un “sistema o cerebro de la ciudad (plataforma), basado en indicadores, que permiten transformar los datos en conocimiento para aplicarlo a la ciudad y para “tomar decisiones estratégicas y operativas en tiempo real”. También nos aseguran que la clave de la ciudad es su “capacidad de resiliencia”, pues ha sabido utilizar las nuevas tecnologías para adaptarse de la mejor manera a los cambios.

Interoperabilidad

Los objetivos del Ayuntamiento de Valencia son claros “hacer de Valencia una urbe más moderna, sostenible, habitable y eficiente”, invirtiendo todos los recursos tecnológicos y humanos al alcance. “Y la mejor forma de lograrlo es mediante la implantación de las tecnologías y los procesos inteligentes, que permiten gestionar eficientemente todos los servicios y tener las infraestructuras más punteras para poder hacer más con menos”, manifiestan desde la fundación.

En este sentido, es por lo que se ha desarrollado una estrategia de ciudad inteligente que permite evaluar la situación actual en cuanto a los servicios urbanos, así como definir indicadores que permitan a la ciudad compararse de forma objetiva con otras ciudades del mundo, en cuanto a calidad de vida e inteligencia en su gestión.

Con esta estrategia el foco se pone en los ciudadanos. De acuerdo con el Pacto Local por la innovación éstos pueden ver y comprobar por ellos mismos cómo su ciudad está mejorando y cómo el buen uso de las nuevas tecnologías repercute en su vida y en sus negocios de manera positiva. Para ello, es fundamental la Plataforma VLCi, una herramienta de gestión global para la ciudad inteligente.

Asimismo, para el Ayuntamiento, estos servicios inteligentes “posibilitan la interoperabilidad” entre los departamentos del consistorio, mediante 230 capas de información georreferenciada. “Más de 1.500 funcionarios y empleados externos lo utilizan. Si se une la georreferenciación con indicadores, se puede tener una visión precisa de los recursos y tomar decisiones inteligentes respecto a éstos”, afirma la misma fuente.

Plataforma VLCi

“Un elemento fundamental para esta Valencia Inteligente es la plataforma global de gestión de la ciudad, la Plataforma VLCi, que recopila  los indicadores clave de la ciudad y de la gestión de sus servicios urbanos para ofrecerlos de forma transparente a los ciudadanos y a los servicios municipales y así mejorar la eficiencia en la gestión de los mismos.

Es importante destacar que Valencia es la primera ciudad española en disponer de una plataforma de estas características (permite una implantación más rápida, con menos riesgos, una mayor capacidad de cómputo, mayor capacidad de integración y más eficiente, con posibilidad de pago por uso).

Esta plataforma permite, además, medir los resultados de la calidad de vida y de la gestión de los servicios municipales. También ayuda a mejorar el modelo de gobernanza definido en el Pacto Local de Innovación, mejorando la gestión relacional de la ciudad. Gracias a esta plataforma también se potencia el gobierno abierto, ya que se puede ofrecer mayor transparencia mediante la apertura de datos de forma consistente, unificada e integral. Y, por último, permite a la ciudad evolucionar hacia un modelo territorial y urbano más sostenible, tanto en consumo de recursos como en eficiencia en servicios urbanos”, explican desde la Fundación InnDAE quienes junto con el Ayuntamiento de Valencia lideran el proyecto Smart City.

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