Facility Management and Services 018

79 ARTÍCULO TÉCNICO CONSULTORÍA Y Gestión FM pasado es que como no en todos los sitios se entiende igual la discipli- na, se ha ido mutando el concepto hasta pensar o aceptar que, por po- ner WIFI en las plazas, cámaras por las calles y diodos Led en las farolas ya hay una Smart City, y perdón por el sarcasmo. En definitiva, que si una oficina, una universidad o una ciudad no es- tuvieran ocupadas o habitadas, no haría falta dotarle de muchos servi- cios, por no decir ninguno. Este he- cho debería ser suficientemente re- levante como para tener a todos es- tos individuos en cuenta a la hora de dimensionar el soporte que pre- cisan en cada caso y pensar de qué manera van a percibir aquello que se les proporciona, supuestamente para satisfacer sus necesidades. Los edificios no opinan, las personas sí, por eso la CIFMers Conference de este año en Madrid la hemos titula- do “El lado más humano del Facility Management – Relación con otras áreas de la organización” ya que es- toy seguro de que si hacemos un es- fuerzo en pensar en los individuos, irá en beneficio de todos. tores del servicio: los ciudadanos, que son individuos y que además actúan como clientes ya que (casi) todos contribuyen económicamen- te. Además, las políticas o reglas de uso aquí van a ser leyes, lo que hace relativamente más fácil su cumpli- miento. Desde un inicio y en muchos de los lugares donde se originó el tér- mino de la Smart City, la metodo- logía empleada para cubrir esas ne- cesidades se basaba en modelos de FM, donde se definían y contrata- ban los servicios de una forma óp- tima y pensando en los individuos. Es justo decir que allí (países nór- dicos, Inglaterra u Holanda) la ma- durez en temas de Facility Manage- ment es muy alta, y seguro que este detalle ayudó a lograrlo. Lo que ha Parece que es ahora cuando por fin nos damos cuenta de la impor- tancia de los individuos y de lo nece- sario que es meterlos en la ecuación del FM. Como prueba deciros que un modelo predictivo de percepción del cliente que desarrollamos hace varios años, es ahora cuando intere- sa a las grandes corporaciones. Vale decir que no causó tanto interés cuando se les presentó la primera vez, pero como dicen, más vale tar- de que nunca. Seguro que esto ayu- da a mejorar la visión que se tiene del FM y, sobre todo, la relevancia para las empresas. En otro orden de cosas, merece la pena recordar que la metodolo- gía del FM se aplica para dar sopor- te en otros ámbitos, y que van va- riando de tamaño dependiendo de la escala del modelo. De un peque- ño espacio, o una planta, a un edi- ficio completo; crece si son varios inmuebles juntos, como en un cen- tro empresarial o un campus uni- versitario, pero ¿y si es más grande? ¿Por qué no pensar en una ciudad? Al fin y al cabo, lo que se necesita es cubrir cier tas necesidades simila- res a las de modelos más pequeños, como suministro de energía, ilumi- nación, limpieza, seguridad, ¿no nos suena familiar? Parecido a la mayo- ría de los inmuebles, pero claro, a una escala mayor y con unas par- ticularidades concretas. Como en cualquier modelo de FM, tendrá que centrase en unas cosas o en otras, dependiendo del tipo de ne- gocio, que este caso es una ciudad. Pensemos quienes son los recep- Desde un inicio y en muchos de los lugares donde se originó el término de la Smart City, la metodología empleada para cubrir esas necesidades se basaba en modelos de FM

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