Raúl Cabrero, Energy Engineering Director de Gen Europe Soluciones Energéticas
Raúl Cabrero Martín Energy Engineering Director Gen Europe Soluciones Energéticas

Estrategias de mantenimiento y gestión energética de oficinas frente a la COVID

Workplace, oficina, espacio de trabajo

La guía sobre ventilación publicada por los ministerios de Sanidad y Transición ecológica junto al IDAE especifica una serie de recomendaciones de operación y mantenimiento de los sistemas de climatización y ventilación de edificios, oficinas y locales para la prevención de la propagación del SARS-CoV-2.

A continuación vamos a enumerar una serie de estrategias de mantenimiento y gestión energética frente a la COVID que pueden ayudar a prevenir (o disminuir) la transmisión del virus teniendo en cuenta el impacto que estas medidas pueden causar sobre los consumos energéticos.

Teletrabajo

El primer y más efectivo método para evitar los contagios entre personas en el entorno laboral es el teletrabajo. Como situación previa a un confinamiento general, siempre es interesante plantear el teletrabajo en todos aquellos puestos de trabajo que lo permitan. Rara es la empresa que no ha dado un salto tecnológico en este sentido en los últimos meses para facilitar todas las herramientas que permitan a sus trabajadores realizar el mismo trabajo desde sus hogares.

El teletrabajo implicaría una reducción importante en los consumos energéticos tanto en las propias instalaciones, como en la reducción de desplazamientos a las mismas.

Separación y reorganización

Esta se realiza tanto con campañas de concienciación y comunicación a los trabajadores, como con elementos físicos como mamparas y distancia entre empleados. También puede resultar efectiva la creación de flujos de desplazamiento en zonas comunes, escaleras y ascensores. Y es muy importante la limpieza y desinfección de los sitios ocupados. En principio, estas medidas no deberían tener un fuerte impacto sobre los consumos energéticos.

Mampara, oficina, distancia de seguridad, distancimiento

Ventilación natural

Se recomienda aumentar el aporte de aire exterior en oficinas del actual IDA 2 (12,5 litros/segundo por persona) a IDA 1 (20 litros/segundo por persona), asegurando así una mayor renovación del aire de los espacios ocupados.

En los últimos meses se ha incrementado la instalación de nuevos sensores para comenzar a medir la calidad del aire interior en partículas por millón (ppm) de CO2, para así poder tener un indicador del aire necesario a introducir en todo momento.

Este aumento de la ventilación natural se puede conseguir mediante:

  1. Aumento del porcentaje de carga de los ventiladores de aporte de aire exterior. Pero, ¿es realmente necesario poner al 100% todos los ventiladores de impulsión de nuestra instalación? Mediante la monitorización del CO2 se podría saber si los espacios realmente están ocupados o no, y actuar con la ventilación conforme a esa ocupación.
  2. También existen recomendaciones para aumentar los tiempos de ventilación. Pero, ¿realmente es necesario trabajar con todos los ventiladores durante las 24 horas? ¿Podrían configurarse los sistemas para ventilar unas horas antes y después de cada jornada laboral para “limpiar” el aire de los espacios ocupados? Para ello es muy importante integrar todos los sistemas de climatización en algún SCADA que permita una modificación sencilla de estos horarios.
  3. También es recomendable abrir las ventanas (siempre que sea posible) para favorecer la ventilación natural en todo momento. Esto podría tener un fuerte impacto en los sistemas de climatización, por lo que recomendamos realizar un estudio de qué ventanas sería más interesante abrir para favorecer esa ventilación natural. Existen actuadores que permitirían realizar esta apertura/cierre de ventanas de una manera automatizada en función de las concentraciones de CO2.
  4. Parar los sistemas de recuperación de calor que puedan implicar “mezclas” entre el aire de extracción o retorno con el aire fresco de entrada. Por supuesto, eso implicará un aumento de los consumos energéticos, ya que será necesario enfriar o calentar un mayor volumen de aire fresco en cada momento. Por ello puede resultar interesante reemplazar los sistemas de recuperación de calor por otros en los que no se produce esa mezcla de aires y que podrían seguir trabajando sin riesgo de contaminaciones cruzadas.
  5. Y si el espacio tiene fan-coils para la regulación de temperaturas interiores, si estos no están conectados a un aporte de aire exterior y solamente “recirculan” aire de los espacios ocupados, se recomienda pararlos siempre que sea posible para evitar “remover” un aire que puede estar contaminado.

Filtración

Varios estudios han demostrado también que el aumento de filtración de los sistemas de climatización puede ayudar a prevenir el contagio del coronavirus. Por ello se recomienda aumentar las filtraciones del tipo F9 a HEPA, para así retener un mayor número de partículas. Por supuesto, eso tendrá un impacto en el consumo de los ventiladores al aumentar la pérdida de carga de estos elementos.

La instalación de lámparas ultravioleta para la eliminación de ciertas bacterias puede ayudar a prevenir la propagación

Humedad

Los expertos de la agencia de salud de la ONU explicaron que los niveles muy altos o bajos de humedad crean las condiciones adecuadas para que el virus sobreviva por más tiempo.

Por esta razón, sería interesante volver a los límites establecidos por el RITE (entre el 30% y 70% de Humedad Relativa) en cuanto las condiciones mejoren para evitar sobreconsumos innecesarios.

La siguiente gran crisis mundial será la del cambio climático y en nuestras manos está el tratar de reducir las emisiones de carbono para intentar minimizar sus efectos.