Melquiades Director de la División de Bienestar de Fellowes Brands
Melquiades Arce Director de la División de Bienestar Fellowes Brands

Covid-19 Visión global para dotar a las instalaciones de una buena calidad del aire

Instalacion en pared fellowes

Ahora más que nunca un Facility Manager debe vigilar muchos parámetros para trabajar la calidad del aire de forma eficaz, puesto que además de la renovación del aire por ocupante (recomendado en 12,5l/segundo), debe procurar maximizar la cantidad de aire exterior aportado, reducir la cantidad de aire recirculada y al mismo tiempo debe tener en cuenta tanto las condiciones termohigrométricas (no olvidemos que una mala gestión de este punto suele ser el común denominador de los espacios que sufren el Síndrome de Edificio Enfermo), como el consumo energético, tratando de conseguir un equilibrio de todo lo anterior, pero primando, desde nuestro punto de vista, la salud sobre el confort o el consumo energético (independientemente que se trabaje en planes de ahorro energético…).

Además de todo esto, hemos vivido una era de pandemia en la que las partículas con carga vírica que hay en el ambiente como los aerosoles resultan perjudiciales para la salud de las personas.

Las partículas infecciosas que se expulsan en toses, estornudos o en el habla dependen de su tamaño para tener un mayor o menor recorrido. Las grandes apenas alcanzan el metro, las pequeñas, dos. Las de tipo aerosol pueden permanecer en el aire durante varias horas y llegar a distancias muy superiores. Estas son las que preocupan especialmente, ya que el núcleo de estas partículas que se quedan en suspensión necesita, especialmente en lugares cerrados, una manera de ser ‘depuradas’.

La regeneración del aire en espacios interiores continúa siendo motivo de debate a raíz de las distintas recomendaciones respecto a las medidas de prevención, higiene y promoción de la salud frente a la Covid-19 orientadas a espacios interiores cerrados, puesto que la mayor dificultad es conseguir transportar las partículas desde el ambiente hasta los filtros.

Entre estas medidas se incorpora la necesidad de utilizar filtros o purificadores de aire como la gamaAeramax PRO dotados con filtro HEPA, que mantienen un índice de movimientos hora significativo y con un correcto dimensionamiento ante los problemas para una ventilación adecuada de forma natural, algo que no es posible durante los meses de menos temperatura. No se recomiendan aquellos equipos basados en generación de ozono en lugares con presencia de personas. Todo esto es algo que el Facility Manager debe tener siempre presente a la hora de mantener un buen nivel de calidad del aire en las instalaciones.

Y es que estos filtros o purificadores deben tener una eficacia que asegure el caudal del aire recomendado con asistencia técnica para ubicación y mantenimiento.

Los filtros HEPA homologados (la homologación y certificación es algo que se debe tener muy en cuenta) son muy efectivos porque capturan el 99,97% de partículas en el aire tan pequeñas como 0,3 micras. En recientes pruebas realizadas, los purificadores de aire Aeramax con filtro HEPA han reducido el 99’9% del H1N1 en apenas 35 minutos funcionando.

El comportamiento físico de los aerosoles y otras partículas microscópicas que puedan ser perjudiciales para la salud es quedarse suspendidos en el aire a mediana y elevada altura en estancias cerradas.

Por ello, la circulación de recogida de aire para su higienización a ras de suelo limita en gran medida su efectividad, algo que no ocurre en altura. Es por una cuestión de barreras físicas. En el suelo se acumula el mobiliario y otros elementos que pueden ser arquitectónicas o simplemente obstáculos. Esto aleja la posibilidad de una circulación del aire efectiva cuando hablamos de soluciones colocadas en el suelo frente a otras con instalación sobre pared, algo que requiere la solución que propone AeraMax PRO. A este respecto, diferentes estudios realizados con dinámica computacional de fluidos demuestran que la producción de litros de aire es menos eficaz cuando éste rebota en barreras físicas como sillas, mesas, sillones, personas, etc. Las cifras de estos estudios trasladan una pérdida de eficacia de entre el 50% y 75% frente a una regeneración hecha en altura.

También el Facility Manager debe tener en cuenta que los elementos de calefacción son los únicos que deben estar en lugares muy próximos al suelo, al objeto de elevar por convección natural los aerosoles a las zonas altas, que es donde funcionan y son efectivos los sistemas de higienización y purificación del aire.

Por esta razón, si se coloca en el suelo, la solución para regenerar el aire arrastrará las partículas contaminantes hacia dicho dispositivo haciendo peligrar la integridad higiénica del mobiliario, haciendo ineficiente la limpieza e higienización de superficies que se hacen con medios de limpieza analógicos. Esto no ocurre cuando las partículas son arrastradas hacia el dispositivo en una ubicación aérea.

Además, las personas que estén próximas a este equipo de superficie estarán más expuestas al riesgo de contagio.

Finalmente, hay que destacar que esta visión global para dotar las instalaciones de una buena calidad del aire, que no sólo tiene en cuenta las partículas existentes que pueden contaminar el ambiente, sino también su comportamiento y soluciones efectivas para dotar de una buena calidad del aire en interiores, debe formar parte de un proceso continuo de mejora para el responsable de mantenimiento o del Facility Manager.