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ARTÍCULO TÉCNICO

CONSULTORÍA Y

Gestión FM

A menudo solemos oír que está en

manos de todos ahorrar energía en

nuestras oficinas, que debemos apa-

gar los ordenadores e impresoras,

apagar las luces cuando salgamos

de una sala de reunión o de nuestro

despacho, etc. Medidas todas ellas

que, efectivamente, contribuyen a

que disminuya el consumo energé-

tico en nuestras oficinas, pero ¿en

qué medida?

Aunque en el caso de las buenas

prácticas entre los empleados no

existe ningún gasto para la organi-

zación, muchas empresas se lanzan

a aplicar medidas de ahorro energé-

tico que llevan implícitas unos gastos

elevados, sin hacer un estudio pre-

vio de cuál es el ahorro obtenido, el

coste de la inversión, el tiempo de

retorno de la inversión, etc.

Antes de tomar este tipo de deci-

siones, es conveniente que la organi-

zación nombre y preste apoyo a un

departamento o persona que será la

responsable de presentar unas pro-

puestas de medida de ahorro ener-

gético, que ayuden a la dirección de

la empresa a tomar la decisión más

adecuada. Esta responsabilidad en-

caja en el perfil de los Facility Ma-

nagers, ya que ellos son conocedo-

res de las instalaciones y de los usua-

rios de los edificios, los dos factores

más influyentes para la reducción

del ahorro energético.

El primer paso que debe tomar la

persona o departamento respon-

sable es conocer cuál es el consu-

mo actual, y habilitar los indicadores

necesarios que permitan cuantificar

y controlar los consumos de forma

periódica, ya que si no se mide no

se controla.

Además de recopilar todas las

facturas de consumo energético

(electricidad, gas y agua), se debe

conocer cuáles son los equipos que

consumen energía y de qué tipo

(los equipos de mayor demanda

deben ser prioritarios a la hora de

identificar las medidas de ahorro

energético), estudiar sus caracterís-

ticas técnicas (potencia, rendimien-

to, etc.), el tiempo y horario de uso,

si tienen algún tipo de dispositivo

automático o manual de apagado,

cuál es su antigüedad y el estado de

los mismos, etc. Hay que tener en

cuenta que en muchas ocasiones la

falta de mantenimiento de un equi-

po o un mantenimiento inadecua-

do hace que se dispare el consumo

energético.

También sería conveniente revisar

el estado de la fachada ya que gene-

ralmente la mayor parte de las pér-

didas de energía es a través de los

cerramientos. Es conveniente revi-

sar no sólo el aislamiento y las con-

diciones de las ventanas, también se

debe estudiar la solución construc-

tiva de la fachada. En edificios con

fachada acristalada se ha consegui-

do un importante ahorro en la cli-

matización haciendo un alero o vo-

ladizo que impida la acción directa

del sol.

Otro paso previo es identificar las

costumbres, formas de trabajo, etc.,

de los usuarios del edificio, ello va

a permitir identificar unas posibles

medidas de ahorro. Por ejemplo, la

promoción del teletrabajo ha lleva-

do a algunas compañías a que mu-

chos de sus trabajadores se acojan

a esta forma de trabajar, con lo cual

han podido reducir la superficie de

sus oficinas con el ahorro energé-

tico que ello conlleva. En otros ca-

sos, se han cambiado los horarios

del servicio de limpieza, en lugar de

hacer la limpieza por las noches -lo

más habitual en las oficinas españo-

las-, se realiza durante el día, con lo

cual no es necesario tener las luces

encendidas únicamente para este

servicio.

Es necesario conocer la actividad

de la empresa y sus horarios, a ve-

ces un simple cambio de los puestos

de trabajo ha llevado a un ahorro en

los costes en iluminación, hay pues-

tos de trabajo (comerciales, ventas,

etc.) que su presencia en la oficina

es menor que la de otros emplea-

dos y, por tanto, su puesto de traba-

jo puede estar en una zona donde la

iluminación exterior sea menor.

Pero no debemos limitarnos a los

ejemplos indicados, es recomenda-

ble hacer un estudio par ticulariza-

do y pormenorizado de todos los

factores que pueden influir en el

consumo energético de la oficina

por una persona o equipo exper-

to, de tal modo que se pueda reali-

zar un plan de mejoras previo a que

las empresas se aventuren a tomar

medidas de ahorro energético que

les puedan suponer grandes costes

y escasos beneficios.

Reducción del consumo de energía en oficinas

Por: FMHOUSE

Hay que tener en cuenta que en muchas ocasiones

la falta de mantenimiento de un equipo o un

mantenimiento inadecuado hace que se dispare el

consumo energético