La pandemia fue una revolución en cuanto al formato laboral, acelerando la adopción del trabajo remoto y, posteriormente, consolidando un modelo híbrido que combina el trabajo en oficina con el trabajo desde casa. Este nuevo paradigma ha obligado a las empresas e instituciones a repensar los espacios profesionales, y en ese contexto, el Facility Management ha cobrado una relevancia estratégica sin precedentes.
De hecho, el trabajo híbrido ha redefinido la función del Facility Management en el ámbito laboral. Ya no se trata únicamente de mantener un edificio funcional, sino de transformar la oficina en una herramienta estratégica que mejore la eficiencia organizacional en un entorno laboral cambiante, apuntalando la cultura corporativa y atrayendo talento.
Revolución en la oficina: Facility Management como agente de cambio
El Facility Management, tradicionalmente centrado en la gestión operativa de edificios y servicios de soporte, ha evolucionado hacia el ámbito de la optimización de recursos físicos y humanos. En la era del trabajo híbrido, los gestores de instalaciones afrontan el reto de adaptar los espacios para responder a nuevas necesidades: menos puestos fijos, más salas colaborativas, mejor tecnología y condiciones de seguridad sanitaria adecuadas.
Uno de los principales desafíos del FM pospandemia es garantizar los espacios flexibles y sostenibles. La ocupación variable requiere herramientas de análisis de datos en tiempo real, sistemas de reserva de puestos de trabajo y dispositivos IoT para monitorear el uso de cada estancia, el confort ambiental y el consumo energético. Esta estructura tecnológica permite una mejor toma de decisiones sobre mantenimiento, limpieza, climatización y otros servicios clave.
Además, el Facility Management debe colaborar estrechamente con los departamentos de Recursos Humanos e Informática para crear entornos laborales que fomenten la productividad, el bienestar y la cohesión del equipo, a pesar de la dispersión física. El FM ahora se orienta no solo al soporte operativo, sino a la optimización de espacios que den un sentido productivo a la oficina multifuncional.
Transformar oficinas en activos estratégicos: el nuevo reto del Facility Management
En el contexto pospandemia, las oficinas han dejado de ser simples espacios de trabajo para convertirse en activos estratégicos que reflejan la cultura, los valores y la visión de futuro de una empresa o institución. Con la consolidación del modelo híbrido, las empresas ya no necesitan únicamente gestionar metros cuadrados, sino diseñar entornos flexibles, tecnológicos y orientados a la colaboración, que den sentido al desplazamiento de los empleados a la oficina. En este escenario, el Facility Management asume un rol fundamental al integrar infraestructura, tecnología, servicios y experiencia del usuario en una visión unificada y alineada con los objetivos del negocio.
Este nuevo enfoque exige que el Facility Management evolucione desde una función operativa a una función estratégica, capaz de aportar valor medible a la organización de la oficina. La gestión eficiente del espacio, el uso de datos en tiempo real, la implementación de soluciones sostenibles y la colaboración transversal con áreas como Recursos Humanos y TI, son hoy factores clave para transformar el espacio laboral en una ventaja competitiva. En lugar de representar un costo fijo, las oficinas pueden convertirse en herramientas para atraer talento, fortalecer la identidad corporativa y fomentar la innovación. El reto del FM está, entonces, en liderar esta transformación con una visión holística del espacio como recurso estratégico.
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