Los españoles no se quitan la mascarilla

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Redacción

El 85 por ciento de los españoles no se quita mascarilla. En los lugares de trabajo es frecuente estos días oír la pregunta: «¿Tú te la quitas o te la pones?». Según una encuesta reciente, apenas un 15 por ciento se atrevería a prescindir de ella, dejándola reservada solo para determinadas ocasiones. El 20 de abril el Gobierno español decretó que ya no hace falta el cubrecaras en espacios cerrados. Pese a ello, en nuestro país 9 de cada 10 personas seguirán usando la mascarilla en recintos interiores.

El sondeo de la empresa valenciana Proveil (con una muestra de 5.400 personas) indicaría que el 97 por ciento de la población seguirá tapándose la boca y la nariz en lugares públicos. Tienen intención de hacerlo también en caso de estar enfermos y en temporada de alergias. Adicionalmente, el 95 por ciento afirma que la seguirá usando puntualmente incluso cuando la pandemia de coronavirus se considere terminada.

Los españoles no se quitan la mascarilla

  1. Eficaz protección personal (98%)
  2. Freno de contagio en el entorno familiar y laboral (95%)
  3. No afecta a su rutina diaria (80%)
  4. Por costumbre (59%)

¿Adiós a la mascarilla o hasta luego?

Tras dos largos años, las mascarillas por fin han desaparecido de los espacios cerrados en España. Esta medida gubernamental tal vez haya sido la más esperada de todas. No en vano el confinamiento español se consideró el más estricto de Europa. Pero las encuestas como esta de Proveil indican que la población española afronta la pospandemia con gran cautela. Incluso en el caso de una erradicación total, el coronavirus habrá provocado cambios permanentes tanto en las costumbres sanitarias individuales como en las rutinas laborales y en el modo de trabajar.

Parece razonable que tras dos largos años de rutina personal centrada en la protección frente al coronavirus, un amplio sector de la población española se resista o no se atreva a quitarse la mascarilla. Pero son sorprendentes los porcentajes tan altos de opiniones favorables a mantener el cubrecaras como un elemento integral de la rutina diaria.