Pasos para verificar el aislamiento de las cubiertas tras el paso de la borrasca Filomena

azoteas, nevada, impermeabilización, aislamiento
Redacción

La borrasca Filomena no solo ha dejado copiosas nieves y heladas, sino también una gran cantidad de desperfectos en todo tipo de infraestructuras. Una de ellas son las cubiertas, las cuales, si no cuentan con el aislamiento adecuado, pueden provocar goteras, humedades y daños en techos.

Por este motivo, la Asociación Ibérica de Fabricantes de Impermeabilización (AIFIm) aconseja llevar a cabo una serie de labores de mantenimiento para comprobar su impermeabilización.

Aislamiento de las cubiertas

  1. Acceso seguro. El acceso a la cubierta debe hacerse con todas las medidas de seguridad y en condiciones climatológicas favorables. “Podemos encontrarnos tejas o chapas que se hayan movido por la fuerza del arrastre de la nieve. También puede que haya canalones en mal estado que dificulten cualquier tipo de intervención y ponga en peligro la seguridad de los técnicos”, asegura Gonzalo Causin, presidente de AIFIm.
  2. Revisar el estado de la cubierta. Una vez que comprobamos que el acceso al tejado se puede hacer sin riesgos, es muy importante realizar una primera inspección visual y revisar la impermeabilización a fin de descartar posibles filtraciones de agua con las consiguientes apariciones de humedades y goteras.
  3. Retirar la nieve o el hielo. Si todavía queda nieve blanda que no se ha convertido en placas de hielo, es importante retirarla ahora que se puede manipular. Según Causin, “los sumideros o canalones que tienen nieve, al estar mezclada con residuos, como ramas o gravilla, que han sido arrastrados, tardan en deshelarse y, en consecuencia, el agua no puede ser evacuada”.
  4. Reparar los desperfectos de la membrana impermeabilizante. Los daños causados por la exposición a la borrasca han podido ocasionar importantes desperfectos en los aislamientos térmicos y acústicos del edificio. “No sólo debemos actuar para rehabilitar la impermeabilización, sino también aprovechar la ocasión para, en caso de que sea necesario, incorporar soluciones certificadas que garanticen el buen comportamiento de la cubierta ante futuras nevadas o heladas”, mantiene el presidente de AIFIm.
  5. Verificar la ejecución realizada. Para ello, la prueba de estanqueidad de la impermeabilización es vital. Así se evitarán problemas de filtraciones o humedades en plantas inferiores o por fachada.

Finalmente, AIFIm recuerda que todos estos trabajos de mantenimiento y reparación tienen que ser efectuados por empresas especializadas y no por particulares.

Archivado en: