La optimización de las instalaciones de carga de coches eléctricos reduce costes y evita problemas

CHARGE AMPS

El aumento del número de vehículos eléctricos en España genera una creciente necesidad de disponer de instalaciones de recarga en diversas ubicaciones y la necesidad de llevar a cabo la optimización de instalaciones de vehículos eléctricos. La gran mayoría de dispositivos son los denominados cargadores semirápidos, y se ubican en zonas donde los coches permanezcan aparcados durante algunas horas: domicilios, zonas de trabajo, industrias o destinos como hoteles, restaurantes o aparcamientos urbanos.

Esto ha provocado un aumento en la demanda de instalaciones en todo el país. “Cuando se proyecta la implementación de cargadores para vehículos eléctricos es esencial buscar la eficacia operacional en el despliegue y la optimización en el uso de la energía disponible. Ambos factores son claves para garantizar la operatividad a largo plazo de la instalación. Una buena planificación inicial supone un ahorro de costes tanto inmediatos como futuros, especialmente en grandes aparcamientos donde la demanda de puntos de carga aumentará de forma constante. La selección de un sistema de recarga de última generación, con opciones de gestión avanzada y remota, aporta un control absoluto sobre la instalación”, apunta Henrik Bergman, director regional de Charge Amps en España.

Optimización de recursos para reducir costes en instalaciones de vehículos eléctricos

El crecimiento en la demanda implica que los usuarios busquen implementaciones rápidas, que se puedan configurar de forma ágil y que ofrezcan una alta calidad. Por ello, es esencial seleccionar soluciones cuya instalación no tenga una alta complejidad. “Una solución de recarga eficaz reduce al mínimo el cableado y es completamente configurable a distancia. Con ello conseguimos reducir los tiempos y materiales necesarios para la implementación de los cargadores, y al mismo tiempo, reducimos los costes”, detalla Bergman.

Otro factor clave que se debe valorar al realizar la optimización de instalaciones para vehículos eléctricos es el uso de la energía. Evitar el desaprovechamiento eléctrico debe ser una prioridad para los responsables de los aparcamientos, tanto para su uso eficaz como para proporcionar un servicio adecuado a los usuarios. “La instalación tiene que estar preparada para ajustarse a las necesidades de cada vehículo, independientemente de si necesita una carga monofásica o trifásica, y ser capaz de balancear y redistribuir automática y continuamente de forma dinámica la energía entre fases y coches conectados simultáneamente, señala Bergman. Además, “hay que priorizar la compatibilidad y la conectividad con cualquier tipo de instalación fotovoltaica. Poder aprovechar los excedentes generados para la recarga de los vehículos eléctricos es un factor esencial, ya que garantiza el uso de energía limpia y autogenerada”, afirma.

Apostar por la sostenibilidad mediante un vehículo eléctrico debe ir acompañado de un sistema que garantice una usabilidad presente y futura, adaptándose a los cambios y nuevas necesidades para garantizar un impacto positivo en el planeta.