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ARTÍCULO TÉCNICO

FACILITY

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les o individuales. Será muy útil nom-

brar encargados de información en

los diferentes equipos o departamen-

tos para contribuir a crear una cultu-

ra de conciencia de la política de la in-

formación. Programe reuniones infor-

males, en formato de desayunos o al-

muerzos, para responder preguntas y

aceptar sugerencias sobre la gestión

de documentos.

7. Medir el progreso

Las políticas no servirán para nada a

menos que la gente se comprome-

ta y haga cambios reales. El plan de-

berá incluir hitos y un programa de-

tallado de evaluación para averiguar

hasta qué punto se están adoptando

las nuevas medidas, incluyendo datos

concretos como, por ejemplo, el nú-

mero de documentos eliminados de

forma segura o el número de archivos

enviados a instalaciones seguras ex-

ternas. También se puede contabilizar

la cifra de formaciones y asistentes a

las mismas, contemplando encuestas

para obtener una idea más clara de si

las personas se están adaptando a las

nuevas políticas.

Una gestión efectiva de la informa-

ción no consiste en burocratizar la

empresa. Consiste en proteger uno

de los activos más importantes y vi-

tales de su organización, aprovechan-

do todo su valor para que ésta sea

más productiva y eficiente, reducien-

do los riesgos, los costes y la duplica-

ción de esfuerzos, además de prote-

ger la reputación empresarial de po-

sibles daños accidentales o intenciona-

dos y de todos los problemas legales

asociados.

rreos electrónicos, dispositivos mó-

viles, ordenadores y otros aparatos,

redes sociales, nube, copias de segu-

ridad, etc. Las políticas tendrán vo-

luntad de continuidad en el tiempo,

deberán ser estables y realistas, esta-

bleciendo procesos, procedimientos

y flujos de trabajo claros.

Tendrán que tener en cuenta, asi-

mismo, el necesario equilibrio entre la

accesibilidad, la colaboración y la efi-

ciencia con la seguridad. Finalmente,

incluirán una política de uso acepta-

ble, un plan de respuesta a incidencias

y perseguirán la continuidad empre-

sarial. Una vez establecidas y aproba-

das, estableceremos plazos para re-

visarlas y corregirlas regularmente en

función de la evolución de los nuevos

desarrollos en materia legislativa y de

las novedades tecnológicas (nuevos

dispositivos, por ejemplo).

5. Planificar la implementación

Llegado el momento de poner en

marcha los procesos aprobados, hay

que conseguir la implicación de todo

el personal de la empresa, desde el

más alto escalafón hasta el más bajo.

Aquí es esencial que la cúpula directiva

dé ejemplo, así como que los procesos

sean claros, directos y fáciles de aplicar.

6. Comunicar y educar

No es suficiente con decir lo que hay

que hacer. Los procesos se aplicarán

con más entusiasmo y rigor si explica-

mos los ‘porqués’ y los ‘cómos’. Dise-

ñemos un plan de formación que in-

forme sobre pautas y procesos a tra-

vés de diferentes canales: seminarios

web, guías escritas, reuniones grupa-

ner a los clientes, así como equilibrar

los costes e ingresos. El comité debe-

ría incluir a representantes de la alta

dirección, del departamento jurídi-

co, de TI y a los responsables, si exis-

ten ya, de la gestión de datos y docu-

mentos. Además, es muy útil incluir a

miembros de los departamentos que

atienden directamente a los clientes o

que habitualmente necesitan compar-

tir información. El comité deberá fijar

un calendario de reuniones de control

periódicas para progresar.

2. Conocer los objetivos y priorida-

des de la empresa

Suena sencillo pero es fácil perder

de vista hacia dónde va la empresa.

La estrategia para acelerar procesos

y mejorar el cumplimiento de la nor-

mativa será más eficaz si el personal

de la compañía sabe cómo las nue-

vas prácticas influyen en los objetivos

empresariales. Hay que concienciar al

personal de que la información es un

activo y un recurso además de una

responsabilidad.

3. Evaluar políticas

La evaluación debería examinar las tec-

nologías (incluyendo dispositivos móvi-

les y redes sociales), los procesos y flu-

jos de trabajo, los procedimientos, los

recursos y la formación. Esta evalua-

ción contribuirá a identificar los fallos

y lagunas que impiden la adopción de

las políticas de gestión documental. Un

buen comienzo será identificar qué in-

formación se tiene, dónde se guarda y

quién tiene acceso a la misma.

4. Desarrollar políticas

Ahora llega el momento de diseñar

soluciones en función de lo que ha-

yamos averiguado durante el perio-

do de evaluación, atendiendo a las

prioridades empresariales y a los va-

cíos identificados para saber por dón-

de es mejor empezar. Hay que tener

en cuenta toda la información, esté

en el formato que esté: papel, co-

Es necesario poder controlar los documentos

físicos y digitales desde su nacimiento y esto se

consigue poniendo en marcha procesos de gestión

documental