Mark Fenwick
Mark Fenwick socio director Fenwick Iribarren Architects

Diseños para el bienestar de las personas Nuestros diseños ponen el acento en el bienestar de las personas que habitan los edificios

Caleido Fenwick

La pandemia de la Covid-19 cambió a la sociedad por completo. A nivel global, la crisis sanitaria, económica y social provocada por el coronavirus trajo consigo una transformación radical en la vida de las personas, tanto en el ámbito laboral como en el personal. En los meses de confinamiento, el hogar se convirtió en el centro neurálgico de sus vidas. Desde el teletrabajo hasta las compras, desde el estudio hasta el ocio, pasando por el deporte, las relaciones sociales, familiares y el contacto con el exterior a través de las videollamadas y los aplausos en los balcones.

Las personas se volcaron desde ese momento en acondicionar sus casas para convertirlas en un espacio más confortable, acogedor y en el que, realmente, se pudiera vivir. Y esta filosofía se ha trasladado, asimismo, a los diseños de los edificios y a las nuevas construcciones que se están realizando desde entonces. Se buscan espacios amplios, ‘sanos’, que aporten algo a la comunidad donde se construye. Un concepto que hemos aplicado a nuestros proyectos y que es lo que mejor los define: el blue architecture, un término que resume nuestro compromiso con la arquitectura verde y sostenible, no sólo orientada al planeta sino también a las personas que habitan esos edificios que diseñamos. Sobre todo, porque nuestros proyectos son edificios para las personas.

torre caleido fenwick

Desde Fenwick Iribarren consideramos que, a la hora de diseñar los edificios hay que pensar en la sostenibilidad del planeta, en ahorros de energía, de agua, en el reciclaje de los materiales, etc. Pero, también, en hacer construcciones que tengan un uso acorde con las necesidades tanto del entorno como de la ciudad o el lugar donde se lleve a cabo. Porque de nada sirve proyectar grandes construcciones si luego se acaban convirtiendo en fantasmales mastodontes sin ningún tipo de uso ni utilidad. En este sentido, estamos muy orgullosos de que uno de los países más ricos del mundo, Qatar, nos aprobara uno de los proyectos más rupturistas de los últimos tiempos en materia de sostenibilidad, como es el estadio desmontable y reutilizable 974 Stadium que acogerá algunos partidos del Mundial de Fútbol que se celebra en noviembre.

Pero nuestros diseños también ponen el acento (y mucho) en el bienestar de las personas que habitan los edificios. Desde nuestro concepto de diseño y desarrollo de proyectos habitables, consideramos que los edificios los usan las personas y eso nos obliga a aplicar una serie de criterios que permitan una buena experiencia de uso por parte de sus inquilinos. Por ejemplo, que los edificios tengan buena luminosidad, buenas dotaciones, buena seguridad. Y también intentamos, al diseñar un edificio, ya sea de oficinas, de viviendas o un estadio de fútbol, que la construcción aporte algo a la comunidad donde se construye.

Por otro lado, la sostenibilidad es para nosotros una prioridad en todos los proyectos que abordamos. El concepto de establecimientos efímeros, que se construyen para cubrir un acontecimiento y luego se reciclan y se aprovechan para las instalaciones de otros eventos, aparte del enorme abaratamiento de costes, conlleva un beneficioso impacto medioambiental para el planeta. En nuestra opinión, hace falta una vuelta de la arquitectura actual ‘a sus orígenes’, a cuando se realizaban edificaciones que aseguraban el bienestar de sus habitantes sin tener que recurrir a grandes ni a sofisticadas tecnologías. Por eso creemos que la tendencia que se impondrá a partir de ahora en la arquitectura, en general, y en la deportiva, en particular, será la de hacer construcciones menos sofisticadas, pero más amigables con el entorno. Cada vez habrá más instalaciones reutilizables, sobre todo de cara a grandes acontecimientos mundiales. Y no sólo en el plano deportivo, sino también en materia turística y de ocio. Sólo de esa forma se evitará que tras la finalización de grandes eventos queden en las principales ciudades del planeta ‘elefantes blancos’ con un elevado coste para la sociedad y un reducido uso práctico.

Es el caso del 974 Stadium, uno de los tres estadios que hemos diseñado para el Mundial de Qatar 2022. En la actualidad, los estadios han dejado de ser unos contenedores de personas de hormigón para convertirse en lugares con un gran componente arquitectónico y de diseño, así como con una tecnología muy avanzada. Tanto es así que, en el futuro, los estadios seguirán la tendencia actual de ser un punto de encuentro de los aficionados para vivir múltiples sensaciones con su equipo o su comunidad y no sólo un lugar donde acudir a ver partidos. Porque hoy en día, los estadios son las catedrales modernas y auténticos lugares de culto, desde el punto de vista de que el fútbol se ha convertido en una auténtica ‘religión’ en estos tiempos. Unos recintos que, cada vez más, gozarán de una mayor tecnología (para velar por la seguridad de los aficionados) y un mayor equipamiento en materia de salud, de tal manera que se garantice la tranquilidad en momentos de riesgo sanitario, como en la pasada pandemia de la Covid-19.