javier_garcia_montesinos. Vicepresidente de Building SMART
Javier García Montesinos Vicepresidente Building SMART

BIM y ciclo de vida: la gran oportunidad para la gestión de activos

símbolos de arquitectura en formato digital

La primera pregunta que nos tenemos que hacer es: ¿Qué es BIM (Building Information Modeling)?

Todavía muchos profesionales piensan que esto del BIM va de un cambio de uso del software. Para ellos el BIM es sustituir un software CAD (diseño asistido por ordenador) por un software de modelado 3D.

Me gustaría comenzar este artículo con la definición buena de BIM que nos aporta la norma ISO 19650 de Gestión de la Información al utilizar BIM: “Uso de una representación digital compartida de un activo construido para facilitar los procesos de diseño, construcción y operación, y proporcionar una base confiable para la toma de decisiones”.

Debemos empezar prestando atención al principio de la definición: “El uso de una representación digital”. Lo importante en sí mismo no es la propia representación es su uso.

El segundo elemento que debemos destacar de la definición es el término ‘compartida’. Esto es lo que lo cambia todo. El proceso tradicional del sector de la construcción nunca ha sido ‘colaborativo de verdad’. A veces incluso los procesos de diseño y construcción parecen una pequeña guerra de todos contra todos.

Con esta visión debemos tener claro que todos ‘pierden’: pierden dinero, rentabilidad, tiempo… Se arriesgan a no tener en el plazo previsto el activo, no poder empezar nuevos proyectos, se pueden perder incluso… vidas. También la sociedad pierde, se consumirán más recursos de los necesarios, el activo consumirá más al ser usado, los equipos durarán menos y habrá que cambiarlos antes.

Si volvemos a la primera parte de la definición -“uso de la representación digital”- nos debemos preguntar qué usos debemos dar a esas representaciones digitales. La respuesta está en la propia definición: facilitar los procesos asociados a todo el ciclo de vida del activo y proporcionar una base de información confiable para la toma de decisiones.

Ahora ya tenemos que haber entendido bien esto del BIM como Building Information Modeling. Desde la visión de gestión de activos y de los servicios de Facility Management quizás el BIM se entendería mejor si fuera el acrónimo de Building Information Management.

BIM es una representación digital compartida. Esta visión compartida lo cambia todo, ya que el proceso tradicional de la construcción nunca ha sido colaborativo de verdad.

BIM para los responsables de la inversión

Otro error muy extendido es que el proyecto BIM es para los arquitectos e ingenieros y que empieza cuando comienza el diseño. Un proyecto BIM comienza en el cliente, en el responsable de la inversión necesaria para construir un activo de cualquier tipo.

La propia norma ISO 19650-1 nos explica un principio fundamental para entender el BIM: el cliente o responsable del activo debería comprender qué información se requiere en todas las fases de diseño, construcción y operación.

Esta información expresada mediante ‘requisitos’ es la que necesitan los distintos agentes del sector para conocer el verdadero alcance del proyecto que deben diseñar, construir u operar.

El responsable de la inversión debería indicar a estos agentes sus objetivos para requerir esos entregables de información. Por ejemplo, se le tiene que facilitar toda la información requerida para:

  • Disponer de un registro de activos que le permitan acceder a un inventario completo de equipos y de espacios sobre los que elaborar un plan de mantenimiento y un seguimiento y monitorización de su estado de conservación y consumo.
  • Respaldar la preservación de la seguridad y salud de todos los ocupantes y trabajadores del activo.
  • Identificar y evaluar riesgos que puedan aparecer durante su construcción y su operación.
  • Respaldar sus actividades asociadas al propio modelo del negocio o la operación.
  • Dar soporte a la gestión de la seguridad y la vigilancia.
  • Apoyar a la renovación de cada espacio.
  • Conocer los costes asociados al reciclaje y a la sustitución de los equipos.
  • Conocer la vida útil de cada equipo

Dos trabajadores de el campo de la arquitectura con caso mirando una tablet

Ahora incluso algunos promotores públicos o privados están ya exigiendo que las empresas de arquitectura, ingeniería y constructora estén ya certificadas en esta norma ISO 19650 sobre gestión de la información. Eso estaría muy bien si estas organizaciones (el cliente) ya se hubieran certificado antes en esta misma norma y el nivel de madurez del sector lo permitiera.

La norma nos habla de la gran importancia que tienen los clientes al implantar la ISO 19650 desde lo establecido en la norma ISO 55001 de Gestión de
Activos, porque así se garantiza que esta gestión se vincula directamente con el logro de los objetivos empresariales a través de las políticas, las estrategias y los planes de gestión de activos; que la información de los activos sea apropiada y oportuna a los requisitos fundamentales para una gestión de activos exitosa, así como asegura el liderazgo y la gobernanza en relación con la gestión de la información de los activos.

También es importante la relación entre la ISO 9001 Calidad y la ISO 19650, dado que se pone el foco en el usuario final (ocupante); se utiliza un ciclo ‘planificar-hacer-verificar-actuar’, para así desarrollar y proporcionar la información de los activos; el compromiso con las personas y el fomento de un comportamiento adecuado son esenciales para lograr resultados consistentes y desarrollar un enfoque de intercambio de lecciones aprendidas y de mejora continua.

A través de los requisitos de información los responsables de la inversión definen sus necesidades y, después, deben decidir quién será el responsable de cumplir todos estos requisitos (la norma lo llama “adjudicatario principal”).

¿Quién puede asumir esta función que se responsabiliza de cumplir con todos los requisitos del cliente? Depende de cada fase del ciclo de vida: podría ser el arquitecto o la ingeniería en la fase de diseño; en la fase de construcción podría ser la contrata principal, pero también el arquitecto o la ingeniería; en la fase de operación podría ser la empresa de mantenimiento, el arquitecto o la ingeniería.

La norma es muy abierta y permite muchas situaciones, incluso una empresa especializada en consultoría de Gestión de activos, BIM y Facility podría
asumir esta función en todas las fases del ciclo de vida.

La decisión es del cliente, del responsable de la inversión, y debe estar alineada con su estrategia de gestión de activos basada en la ISO 55001. Ésta no existe en la mayoría de las organizaciones privadas (sólo para los activos industriales y en muy pocas organizaciones) y en ninguna pública.

Transformación digital en diseño, construcción y operación

Si un cliente no asume el papel de definir bien los objetivos y las necesidades de información y no define correctamente para qué quiere hacer el proyecto mediante tecnología BIM está perdiendo una gran oportunidad de obtener los grandes beneficios que puede aportar esta metodología para lograr un mejor activo y para tener bajo control todos los costes asociados al ciclo de vida del activo. El BIM se quedará como otra nueva ‘oportunidad perdida’ por los responsables de las inversiones en los activos.

Quiero compartir con todos ustedes mi receta secreta del éxito para la inversión en activos: Gestión de activos (ISO 55001) + BIM (ISO 19650) + Facility Management (ISO 41001) = éxito asegurado.

Los ingredientes están a su alcance, es sólo cuestión de dar un paso adelante y atreverse. Es solo una cuestión de liderazgo y de tener claro que tenemos que transformar digitalmente nuestro sector.

‘Transformar’ implica cambio en el modelo de negocio y ‘digitalmente’ supone que ese cambio aproveche todos los avances tecnológicos posibles, desde el software de modelado BIM hasta la inteligencia artificial.