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ARTÍCULO TÉCNICO

FACILITY

Services

sado todos los agentes -asesor, clien-

te, prestador, etc.- si no hemos eva-

luado correctamente dichas necesi-

dades. Deben estar diseñadas en su

justa medida. El fracaso puede supo-

ner grandes consecuencias debido a

un mal dimensionamiento.

Resulta muy habitual comprobar

que existe gran número de licencias

informáticas que no han alcanzado sus

objetivos. Lamentablemente no fun-

cionan. La ausencia de factores como

el liderazgo, los tiempos y los objetivos

hacen que disminuya la comunicación,

aumente la resistencia a su implanta-

ción y como consecuencia, fracase el

proyecto. Pero sobre todo, no haber

provisto del personal adecuado y su-

ficiente para el desarrollo continuo de

una aplicación que nos puede facilitar

gran información a futuro.

Si nos permiten la comparación,

un servicio, sea el que sea, no puede

plantarse en cualquier maceta cual fi-

cus y dejar que crezca por sí solo, sin

alimentarlo, cuidarlo, mantenerlo, ni

cambiarlo de tiesto.

Luego el dos

El famoso dicho “lo importante no es

tener sino mantener” lo hacemos pro-

pio en este segundo apartado. Como

parte fundamental de la provisión de

los servicios se incluye poder mante-

nerlos a lo largo plazo. Para ello, nos

basaremos en la ya conocida mejo-

ra continua y las distintas adaptacio-

nes que se vayan detectando duran-

te toda la relación contractual. Esta re-

lación contractual deberá venir marca-

da por el ciclo de vida asignado a cada

uno de los servicios. La provisión de

todos y cada uno de los servicios debe

apoyarse en su perdurabilidad.

Igualmente que en el apartado ante-

rior, distribuiremos las acciones en fun-

ción del cuarteto: personas, espacios,

procesos y tecnología.

Haciendo uso de las tendencias,

para fortalecer nuestra marca nos

identificamos con nuestra visión, mi-

buena voluntad y profesionalidad de

las personas que los están realizan-

do. En ningún momento se han pen-

sado en ellos porque siempre funcio-

nan hasta que la persona se ausen-

ta por algún motivo. La provisión de

servicios también debe ocuparse de

garantizar la continuidad de los servi-

cios y sus procesos. Ésta es la clave de

la gestión de servicios.

Nuestro día a día no se llega a en-

tender sin las herramientas de tra-

bajo que se apoyan en la tecnología.

Pero asumir todo aquello que se re-

quiere para que las aplicaciones in-

formáticas funcionen en tiempo y

forma es mucho más importante.

Nuevamente usamos el verbo pro-

veer para dotar a la terna “personas,

espacio y procesos” de los medios y

recursos suficientes.

Nos detenemos en la tecnolo-

gía para hacer mayor hincapié en co-

nocer la verdadera importancia de

una provisión correcta del servicio.

Cada uno de los servicios debe es-

tar asociado a las necesidades reales

de la organización. Habremos fraca-

Con qué debo contar y cómo. Y ante

todo, conocer a la organización don-

de se va realizar esta provisión.

Hoy en día, y paralelamente a las

personas de contacto asignadas, no

dudamos en obtener a través de las

redes sociales la mayor cantidad de in-

formación tanto del cliente/organiza-

ción como del proveedor. Esto siem-

pre nos ayuda entendernos mejor.

La acción de proveer servicios

siempre se sustenta en dos aspectos:

lo que tenemos y lo que queremos

para que las personas puedan realizar

su actividad. Por tanto, existen per-

sonas que realizan distintos servicios

para que otras muchas personas pue-

dan dedicarse a las tareas principales

de la organización.

Las condiciones para que esto se

lleve a cabo son fundamentales. Hoy

en día no se entiende ninguna activi-

dad sin considerar la prevención de

los riesgos laborales. A pesar de ello,

continuamos adoleciendo de con-

cienciación en muchos momentos. La

seguridad ante todo.

Los espacios necesarios para reali-

zar las tareas deben ser los adecua-

dos para el correcto desarrollo de las

actividades anteriormente comen-

tadas. Todos estamos habituados a

comprobar la gran variedad de pro-

blemas a este respecto: ergonomía,

luz natural o artificial, calidad de aire,

espacios dotacionales, recorridos,

etc. Sin olvidarnos de los almacenes,

vestuarios, taquillas y medios.

La madurez de una organización

está directamente relacionada con

los procesos. No nos referimos sola-

mente a los procesos que se encuen-

tran por el hecho de estar certificados

bajo el paraguas de normas volunta-

rias. Afortunadamente, cada vez están

mejor orientados. Nos detenemos en

los propios procesos que dan soporte

a la organización.

Son reiteradas las ocasiones en las

que podemos descubrir que los pro-

cesos funcionan únicamente por la