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Actualidad

OPINIÓN

que los ciudadanos puedan exigir

una gestión del patrimonio de los in-

muebles públicos eficiente en cuan-

to al uso de los recursos y sostenible

en el tiempo (y no del modo miope

que se realiza hoy, con el horizonte

de 4 años electorales, cuando la vida

útil de un inmueble son, como poco,

50 años; que si se gestiona bien pue-

de conseguirse el ejemplo del acue-

ducto romano de Segovia o de una

casa solariega, masía o caserío de

500 años de vida). Haciendo respon-

sable a la Administración, si no reali-

za su mejor decisión para la vida útil,

y logrando, también, unidad de mer-

cado entre todas las Comunidades

Autónomas.

Estoy firmemente convencido de

que estas dos premisas son la llave

para que este mercado florezca y se

consolide. Tenemos que ser capaces

(tenemos muchos argumentos) para

convencer a la parte social de que

así serán los convenios colectivos de

hoy y de mañana; y, por otro lado,

convencer a toda la Administración

-para lo que nos ayudará, sin ningu-

na duda, el exponer a la opinión pú-

blica los buenos y los malos ejem-

plos-, si de verdad quieren no mal-

gastar el dinero de los impuestos de

los ciudadanos, deben ser responsa-

bles y adquirir los servicios a los in-

muebles, usando las mejores herra-

mientas, y no dedicarse a comprar

un control de procesos, sino com-

prar de verdad los resultados que

ofrece este modelo.

De la comparación de España en-

tre nuestro entorno en la UE habla-

remos en la segunda entrega para

esta revista.

por motivos de “pseudodefensa de

sector”, (como el dicho del perro del

hortelano:

ni como ni dejo comer

), que

va contra el sentido común de la efi-

cacia y de lo que todas las empresas

de servicios aspiran a ser: lo suficien-

temente sólidas para vender eficien-

cia, gracias a las sinergias entre tipos

de servicios complementarios; hacia

un objetivo común, que es el resulta-

do de sostenibilidad del inmueble in-

dependientemente del tipo que sea.

Vías de trabajo

Por lo tanto, es el momento de des-

velar qué nos falta en España para

que este mercado que no ha ido en

contra de nada ni nadie y que sus he-

rramientas han demostrado ser in-

dispensables en la gestión del patri-

monio inmobiliario funcione. A mi

juicio, nos faltan dos cosas. Habida

cuenta del entorno y el marco que

tenemos en nuestro país, pienso que

hay que trabajar en dos vías parale-

las para que funcione:

Primera.- Necesitamos un marco

laboral que ampare el multiservicio,

la polifuncionalidad y que sea igual

con un ámbito que abarque toda

nuestra geografía; un convenio que,

al igual que ya lo realizó una empre-

sa en España, lo hagamos extensivo

a este sector; logrando así la unidad

de mercado del todo necesaria.

Segunda.- Al tiempo que se tras-

pone la nueva directiva de la con-

tratación pública, seamos capaces

de introducir todos los conceptos y

herramientas del FM en la nueva ley

de contratación pública, erradican-

do la dictadura del precio, de forma

tal que sea el punto de partida para

ca, hasta la Junta Consultiva de Ha-

cienda avaló un modelo de contrato.

Algunos ejemplos de la contrata-

ción integrada de servicios y su ges-

tión delegada han continuado has-

ta hoy; otros nacieron con los pro-

yectos de financiación privada –los

denominados PPP o PFI–, fundacio-

nes sanitarias, hospitales, oficinas, vi-

viendas, centros deportivos, cole-

gios, etc. Estos casos son los que so-

breviven en la contratación pública

la colaboración público/privada. Un

próximo ejemplo será la Ciudad de

la Justicia en Madrid.

Además, supongo que por mo-

tivo de la crisis que vivimos, algu-

nos colectivos, tratando de defen-

der su mercado público, al no po-

der acceder a ofrecer una externa-

lización de servicios integrados, los

están atacando vía “recursos espe-

ciales de contratación”, para volver

a separar los servicios de conserva-

ción de inmuebles en compartimen-

tos como en el siglo pasado, sin ob-

jetivos comunes, haciendo un daño

estéril al mercado, ya que nunca

será ese su mercado. ¿Es que no sa-

ben estas asociaciones profesiona-

les que en los países de nuestro en-

torno los cuatro segmentos convi-

ven y no se molestan los proveedo-

res de un solo servicio con los de

multiservicios, con los de servicios

integrados y con las grandes empre-

sas de FM?

Ya tenemos que hacer bastan-

te esfuerzo por convencer al mer-

cado público de que vea los resul-

tados de ofrecer los multiservicios y

su gestión con los pocos ejemplos en

España, con el cambio de pasar del

control del servicio al control del re-

sultado (SLA´s y KPI´s en anglosajón,

acuerdos de nivel de servicio y me-

dida de indicadores) y con el aval de

otros países, para permitir que es-

tas asociaciones cuestionen la efica-

cia de estas herramientas, que hoy

ya alcanzan nivel universitario, solo

Necesitamos un marco laboral que ampare el

multiservicio, la polifuncionalidad y que sea igual

con un ámbito que abarque toda nuestra geografía