¿Cómo pueden ayudar los edificios inteligentes en la seguridad y salud de las personas?

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Leticia Duque

Los proyectos de construcción de los edificios en la actualidad distan mucho de los que se planificaban hace años. A parte de otros factores que no se tenían en cuenta, está el ciclo de vida del activo o su eficiencia y su operativa. Poco a poco, aunque todavía no es una realidad que haya llegado a todos los edificios, se camina hacia unos inmuebles inteligentes, donde la tecnología es la herramienta clave para esa gestión del mismo, mucho más cualificada.

Las tecnologías permiten entre otras cosas adelantar las previsiones de mantenimiento, predecir y diagnosticar antes, para resolver de una manera mucho más eficiente.

Uno de los hándicaps que podía existir era la reticencia de las personas, pero en un mundo cada vez más digitalizado (donde el Covid-19 ha supuesto una gran aceleración en este sentido) esa mentalidad está cambiando, y las posibilidades que ofrece el Internet of Things o la automatización abren un mundo de posibilidades y facilidades para las personas, sean éstas consumidores, gestores, inquilinos… etc.

Si a toda esta ecuación le sumamos el escenario que nos ha dejado el Covid-19, podemos decir que los edificios inteligentes, su conceptualización, se convierte ahora en una necesidad más allá de la gestión de la eficiencia o la operativa, más allá del mero ahorro de costes o de una gestión eficiente. Porque ahora hablamos del bienestar y la salud de las personas, de que los negocios o la vida de las personas puedan continuar de una forma segura, de la apertura de la economía, de una vuelta a la normalidad. Es por ello que los edificios inteligentes y la tecnología creada e integrada para tal fin, nos ofrecen la posibilidad de asegurar la salud y el bienestar de las personas. Desde atajar los posibles contagios por Covid-19, Gripe, etc., hasta abordar una mejor experiencia laboral, teniendo en cuenta el bienestar del empleado (ergonomía, confort, conciliación, salud mental y física, alimentación, etc.).

La tecnología a disposición de los edificios va desde herramientas para el control de la distancia mínima, control de accesos y aforo, control de temperatura, gestión de los espacios según necesidades, calidad del aire, control lumínico, servicios de catering o limpieza… Se trata de abordar la gestión de los edificios desde una perspectiva 360 grados, para garantizar la seguridad, la sostenibilidad y la eficiencia de los mismos.

En la gestión de los edificios los viejos problemas y los nuevos se suman, podemos verlo reflejado en este caso de éxito de Daikin que nos comenta Francisco Fernández Luna, director de la Oficina Andalucía Occidental de Daikin España: “El proyecto de climatización de Torre Sevilla supuso un reto excepcional desde muchos puntos de vista. Por un lado, se requería máxima flexibilidad y adaptabilidad de la instalación a los diferentes usos que en un futuro pudieran darse en el complejo (como así ha sido, al incluir un hotel, un centro comercial y oficinas). Por otro lado, se demandaba una eficiencia energética global del sistema fuera de lo común, ya que el edificio estaba sometido a la calificación LEED GOLD. Por si fuera poco, también era necesario que los costes de mantenimiento y de gestión de la instalación fueran óptimos. Finalmente, pero no por ello menos importante, también se exigían altos niveles de confort térmico, bajos niveles sonoros y alta calidad de aire, con especial incidencia en el aporte de aire limpio exterior para la ventilación que tan importante se ha revelado durante la situación de pandemia que estamos viviendo”.

¿Cómo gestionar el dato?

Las personas, sobre todo, en los lugares donde el clima no es favorable, pasamos mucho tiempo en el interior de los edificios, por ello para afrontar situaciones como la recién pandemia del Covid-19 se están creando tecnologías nuevas que cambiarán la forma en la que accedemos o permanecemos en las distintas infraestructuras.

Los sistemas de gestión de edificios, los BMS (Building Management Systems, siglas en inglés), las nuevas tecnologías basadas en IoT (Internet of Things), el 5G, la Inteligencia Artificial, la sensorización, los sistemas contacless…, serán indispensables para recoger datos que luego habrá que analizar, de ellos saldrán conclusiones que ayudarán a los gestores de las infraestructuras o incluso de las ciudades a tomar las mejores decisiones en base a unos objetivos concretos, por ejemplo ser capaces de reaccionar ante situaciones de emergencia.

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